miércoles, julio 22, 2009

Los blogs, ¿una forma de compartir?

Hace un par de años creé mi primer blog con la intención de simplemente escribir sobre las obras teatrales a las que asistía, los viajes que realizaba o cualquier tipo de evento cultural al que tuviera acceso. ¿Por qué escribir? aún no sé qué me hizo comenzar a hacerlo, pero debo confesar que me fue un poco complicado ya que no tengo la costumbre de escribir sobre estos temas, en todo caso soy más gráfica (algunos dirían que hasta “fotográfica”) o por último prefiero contar estas cosas en persona.

Si bien el blog finalmente terminó convirtiéndose en un espacio para hablar sobre el teatro nacional con algunas comparaciones con el extranjero, me sirvió para dar paso a un interés por escribir y comentar, sin embargo, aún no me preocupaba la convocatoria que podría tener este espacio. Es un hecho que nunca me interesé en ello y simplemente escribía porque tenía ganas de expresarme de una forma diferente a la acostumbrada.

Pasaron los años y de pronto me encuentro con personas que toman más en serio este tipo de espacios, que se preocupan por publicar información de interés para otros, de preparar sus artículos con profundidad, a diferencia mía que simplemente escribo y publico, sin ningún tipo de edición (a menos que sea grave el error). Estoy aprendiendo que a diferencia mía, existen personas que a la par que se preocupan por publicar cosas buenas, también se preocupan por conocer la respuesta de sus lectores, midiendo las visitas obtenidas, los temas que causaron más interés y tratando de generar polémica en algunos casos y en otros simplemente contar sobre ellos mismos.

Luego de conocer este interés por los lectores y también por la calidad de los artículos, decidí probar también con la medición y fue una sorpresa saber que hacerle seguimiento al blog puede volverse entretenido y hasta una forma de competencia que no conocía. Se descubren cosas interesantes como por ejemplo la lealtad de los lectores, la procedencia de los mismos e incluso la forma en que se enteraron del blog.

Aún mis números son pequeños, y no sé si llegaré a trabajar en estrategias para incrementar la cantidad de lectores, pero debo reconocer que es divertido saber que hay personas interesadas en los artículos escritos y que el blog se puede convertir también en una fuente de retroalimentación aún y cuando no se reciban comentarios, tan sólo por el hecho de existir formas de reconocer si los temas fueron atendidos por alguien más.

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