domingo, junio 28, 2009

Segundos talleres... primeras muestras y grandes amistades

Quienes me conocen saben que soy fan del teatro, desde muy pequeña, y que no me había animado a llevar cursos de actuación ni probar la carrera hasta hace un par de años que comencé a tentar en talleres de introducción a la actuación.
La experiencia de esos talleres ha sido gratificante, conocer personas de otros círculos, con otras experiencias, vivencias, de diferentes profesiones y que como yo, tenemos algo en común, el teatro. Lo mismo con los profesores, grandes personas (Katu, Carmen Aida y Javier)... a quienes se les ve sin conocerlos, como los artistas de la TV o del teatro, pero que cuando se llega a interactuar con ellos, ya los vemos en otro nivel, ya vemos a las personas que son, con sus defectos y virtudes, y los conocimientos que tienen y comparten con nosotros... se vuelven nuestros amigos.

Estos talleres iniciales lograron un acercamiento no sólo al teatro, sino a los seres humanos, un acercamiento a la flexibilidad, camaradería y compromiso.

La siguiente etapa que estoy viviendo es la de los siguientes niveles de talleres, el afán de entender más a los actores, al proceso teatral, al análisis de personajes en sus diferentes modalidades, a la aceptación de los seres humanos como son... y por supuesto, una mayor camaradería entre los compañeros de clase, de los dos talleres que estoy o estuve cursando, el compromiso por realizar una muestra que por un lado pulirá nuestra actuación con las técnicas aprendidas y con la asimilación de aquella persona que toca representar... pero por el otro lado, demostrará que frente a cualquier obstáculo, somos capaces de lograr lo que queremos si luchamos por ello, de vencer miedos o simplemente enfrentarlos, de abrirnos pasos por un mundo hasta el momento desconocido, unidos por un mismo objetivo... demostrar que todo es posible.

Eso es lo que sentí en mi primera muestra teatral del taller que acabo de cerrar... sentí que sí se puede vencer el temor, los nervios. Que los amigos cercanos siempre estarán ahí, junto a nosotros, apoyándonos y dispuestos a darnos la mano. La verdad, no tuve mucho tiempo para dedicarle a los ensayos de esta primera muestra, cosa que me da pena, pero la dedicación final fue bastante, pese a las adversidades. Asumimos el reto y pese a líneas olvidadas, a textos cambiados y a tiempo en nuestra contra, logramos sacar un producto que si bien sabemos no fue perfecto, fue presentable. Bien dicen que actuar frente al público es otra cosa!... el efecto es grande, sentir la presencia de personas conocidas y principalmente desconocidas allí, en ese momento, con mucha expectativa... hace que se venzan los miedos, que se olviden las trabas y se salten vallas al punto de improvisar si algo se olvidó o hubo algún error... simplemente se hace todo por el público, porque no sientan que pierden su tiempo. La experiencia es intensa.

Ahora viene una muestra más, la última para el mes de julio... la unión y la camaradería del grupo es extraordinaria, las ganas de continuar con una nueva "temporada"... una nueva etapa de talleres y la posibilidad de montar una obra, me tientan a afirmar que todavía hay historia para rato, una historia de amistades, compañerismo, emociones y una afición común.

domingo, junio 21, 2009

El teatro de la vida

A veces me han cuestionado algunas personas el hecho de estar llevando talleres de teatro con la clásicas preguntas "acaso quieres dedicarte a la actuación?", "acaso quieres ser actriz?". Siempre respondo que estos talleres me encantan porque el teatro es una de mis pasiones y porque me desestreso y vivo el proceso, pero no ha sido sino hasta anoche, en una conversación, que descubrí que hay mucho más que el gusto por este arte, descubrí la razón principal.

La actuación y el proceso teatral nos exige aprender a conocer al ser humano, a observar, a no criticarlo sino a observarlo, comprenderlo, y cuando hablo del ser humano, debemos comenzar por nosotros mismos, cuál es nuestra motivación, cuáles son nuestros objetivos, que obstáculos se nos presentan, que no quiere decir externos necesariamente sino principalmente internos, qué cosas nos facilitan llegar a cumplir esos objetivos y hacia quiénes o qué se dirigen nuestras acciones. Muchas veces cuando nos pasa algo pensamos en el porqué, lo que ocasionó el problema y nos paralizamos en el proceso de tratar de entender viendo hacia afuera y quizás reaccionamos pero no necesariamente logramos entender y mucho menos superarlo. Conocerse a uno mismo implica también conocer nuestras limitaciones, nuestros miedos, las barreras que internamente nos ponemos y volvernos un poco más flexibles, más abiertos, más concientes de nosotros mismos, y una vez hecho esto pasamos a los personajes, trabajando con el mismo proceso realizado con nosotros mismos pero esta vez con ellos, personas que existen en el papel pero que tienen sus propios problemas, obstáculos, vivencias, etc. No hay forma que uno pueda darle vida a un personaje si no se aprendió a quererlo, a conocerlo... sin criticarlo porque comienza el sesgo y no se debe permitir, aprender a ver cuánto de esa persona es común a nosotros, cuánto no... o quizás descubrir que nos parecemos más de lo que pensábamos, y sólo gracias al conocimiento profundo de nosotros mismos lo podremos lograr.

Bien dice el nombre del blog de César de María (dramaturgo peruano): Tu vida es puro teatro, es la pura verdad. La obra es la vida y somos personajes en ella, personajes con decisiones por tomar, con momentos importantes de drama, con acciones por realizar y objetivos por alcanzar. Que estoy hablando de psicología y no de teatro?... quizás... el teatro tiene mucho de psicología... pero el teatro nos ayuda a aceptarnos, a entendernos, a trabajar en equipo, a no criticar a los demás... nos ayuda a aprender a vivir en este "Teatro de la vida"

viernes, junio 19, 2009

Tiempo de viaje... pero en combis :D

Hasta que al fin comenzaré a escribir en este blog luego que una persona me animara a hacerlo y pensar en las diferentes anécdotas que puedo compartir o simplemente expresar. No me había dado cuenta que hay muchas historias en la vida que se vuelven rutinarias y que las pasamos por alto como por ejemplo el hecho de viajar en combi o micro. Cuánto tiempo nos la pasamos tan sólo movilizándonos?... nunca me había puesto a pensar en eso hasta hace unos días. Siempre fui conciente que me tomaba mucho tiempo pero nunca lo contabilicé y claro, hoy casi no lo noto porque en auto todo cambia, el desplazamiento es rápido y casi casi natural, pero en las épocas de Universidad la historia era diferente.

En las épocas de estudiante, y hasta hoy, he vivido super lejos de la mayoría de los lugares que frecuentaba: universidad, trabajo, casas de amistades, etc, y el tráfico ya era desesperante en Lima, era mucho más pesado que ahora pasar por el Centro de Lima, camino obligado para la mayoría de mis rutas. Qué hacía mientras viajaba?... a veces desarrollaba algoritmos de programación dependiendo de los trabajos que dejaran en la universidad, o leía, estudiaba, veía el paisaje, dormía... y aún así, seguía viajando... porqué?, porque sólo en uno de los viajes para llegar a algún lugar demoraba alrededor de dos horas... en el mejor escenario, hora y media... y considerando que hacía viajes de Zárate a San Miguel, de San Miguel a La Molina y todas las combinaciones posibles, era un caos... tiempo valioso que había que aprovechar... y sí que lo aproveché.

La historia se repitió menos en la época de la Maestría ya que a diferencia de mis épocas de universitaria, ya podía tomar taxi frecuentemente pero ouch!... sí que gastaba fuerte... y sin contar la preguntadera a los N taxis que trataba de tomar y no me querían llevar... "hasta allá no voy" era la respuesta de rutina que recibía y "cómo, tanto?... demasiado caro" era una típica respuesta mía y es que los taxistas muchas veces se aprovechan de gente como yo, que necesitaba tomar taxi para distancias largas con unos precios que son demasiado exagerados.

Felizmente la historia cambió y ahora manejo, al fin!... puedo ir a donde quiera, administrar mis tiempos y trasladarme según convenga. El costo, muy parecido al de los N taxis pero sin las complicaciones de antes ni los peligros de antes.

Que el tráfico de Lima es muy pesado y a veces disgusta manejar?... pues sí pero eso ya es motivo para otra entrada para este blog.