lunes, agosto 10, 2009

Conociendo el Perú

Recuerdo claramente cuando en junio del año 2000 comenté mis intenciones de viajar al Cuzco a un compañero de trabajo quien asumió que era uno de muchos viajes a lo que respondí que sería mi primer viaje y no lo creyó. Básicamente mis límites de conocimiento iban por el Norte hasta Ancón, por el Sur hasta Pucusana y por el Este hasta Chosica.

Ese primer viaje marcó la pauta para lo que vendría después, la necesidad de visitar diferentes lugares del Perú, en avión algunas veces y la mayor parte en ómnibus, pocas o largas horas, no importaba mientras pudiera seguir conociendo.

Muchas veces estamos tan cercanos a la comodidad, a las facilidades, y de pronto al viajar descubrimos que hay campesinos que viven del cultivo de la naranja o el café, personas que pasan su vida cuidando sus cultivos y que reciben muy cortas sumas de dinero por cajas de frutas siempre y sólo cuando éstas ya han sido vendidas en Lima; personas que viven en medio del frío y la altura, personas que viven añorando que haya visitantes interesados en su pueblo para darlo a conocer, para comentar que nunca se acordaron de ellos en el pasado pero que fueron visitados por candidatos que les ofrecieron ayuda y que nunca más volvieron a verlos; también se pueden encontrar con niños que de pronto te rodean pidiendo limosna, aprovechando la llegada de turistas para conseguir más ingresos para sus casas

También es posible conocer personas increíbles que en medio de su pobreza te ofrecen de su comida para compartir o a los artesanos, que siguiendo la tradición del pueblo, desarrollan maravillosas cerámicas de Chulucanas o esculturas, pinturas u otras obras como las que se encuentran en San Blas (Cuzco) y con aquellos que viven orgullosos de sus ancestros y cuentan sus tradiciones, leyendas e historia.

Qué dicen sobre las diferentes culturas pre-incaicas?, podemos hallar fortalezas o ciudadelas en lo más alto de los abismos, lugares tan inaccesibles que es difícil imaginar que con la tecnología actual podamos lograr construir algo en esa ubicación; santuarios en arenales que antaño fueron verdes, ciudadelas hermosas confundidas con la montaña, con la naturaleza como puede ser Machupicchu, e incluso lugares religiosos trabajados en piedra, con siglos de antigüedad en Chavín… y tenemos también a Caral, la ciudadela más antigua del continente.

Lejos de lo construido por el hombre, tenemos a la naturaleza, increíbles montañas, aún nevadas en Ancash, con lagunas enormes y cristalinas; cascadas y cataratas en nuestra Ceja de Selva, increíble diversidad de flora y fauna multicolor y sonora con largos y anchos ríos en la Selva Amazónica, el cañón más profundo del mundo en Cotahuasi (Arequipa) además del Colca, playas cálidas de arena blanca en el Norte, playas frías al Sur y formaciones rocosas que a algunos hacen pensar en fuerzas externas al planeta simplemente por no saber cómo explicarlas.

El Perú está lleno de riqueza cultural, histórica y natural, la misma que debemos conocer profundamente para sentirnos orgullosos de nuestra Patria, ayudar a nuestros compatriotas, entender nuestra realidad y hacer algo por mejorarla.

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