A veces me han cuestionado algunas personas el hecho de estar llevando talleres de teatro con la clásicas preguntas "acaso quieres dedicarte a la actuación?", "acaso quieres ser actriz?". Siempre respondo que estos talleres me encantan porque el teatro es una de mis pasiones y porque me desestreso y vivo el proceso, pero no ha sido sino hasta anoche, en una conversación, que descubrí que hay mucho más que el gusto por este arte, descubrí la razón principal.
La actuación y el proceso teatral nos exige aprender a conocer al ser humano, a observar, a no criticarlo sino a observarlo, comprenderlo, y cuando hablo del ser humano, debemos comenzar por nosotros mismos, cuál es nuestra motivación, cuáles son nuestros objetivos, que obstáculos se nos presentan, que no quiere decir externos necesariamente sino principalmente internos, qué cosas nos facilitan llegar a cumplir esos objetivos y hacia quiénes o qué se dirigen nuestras acciones. Muchas veces cuando nos pasa algo pensamos en el porqué, lo que ocasionó el problema y nos paralizamos en el proceso de tratar de entender viendo hacia afuera y quizás reaccionamos pero no necesariamente logramos entender y mucho menos superarlo. Conocerse a uno mismo implica también conocer nuestras limitaciones, nuestros miedos, las barreras que internamente nos ponemos y volvernos un poco más flexibles, más abiertos, más concientes de nosotros mismos, y una vez hecho esto pasamos a los personajes, trabajando con el mismo proceso realizado con nosotros mismos pero esta vez con ellos, personas que existen en el papel pero que tienen sus propios problemas, obstáculos, vivencias, etc. No hay forma que uno pueda darle vida a un personaje si no se aprendió a quererlo, a conocerlo... sin criticarlo porque comienza el sesgo y no se debe permitir, aprender a ver cuánto de esa persona es común a nosotros, cuánto no... o quizás descubrir que nos parecemos más de lo que pensábamos, y sólo gracias al conocimiento profundo de nosotros mismos lo podremos lograr.
Bien dice el nombre del blog de César de María (dramaturgo peruano): Tu vida es puro teatro, es la pura verdad. La obra es la vida y somos personajes en ella, personajes con decisiones por tomar, con momentos importantes de drama, con acciones por realizar y objetivos por alcanzar. Que estoy hablando de psicología y no de teatro?... quizás... el teatro tiene mucho de psicología... pero el teatro nos ayuda a aceptarnos, a entendernos, a trabajar en equipo, a no criticar a los demás... nos ayuda a aprender a vivir en este "Teatro de la vida"
Hello world!
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